HIELO

Un poco pronto, ha comenzado la temporada de hielo , pero como el hambre de escalarlo, no nos deja satisfecho ningún año, en cuanto asoma un poco el primer témpano, acudimos a el, como buitres a la carroña.
Armados de pinchos...en pies y manos....lo vemos de cerca, y no se arruga ante nosotros, se muestra desafiante, frio...
 Al primer golpe, ( aunque lo trates con cariño, casi siempre es a golpes ), ya ves e intuyes lo que te espera. Es una escalada deliciosa, y sientes como te separas del suelo, a traves de un camino, siempre resbaladizo, tallándolo, moldeandolo a tu gusto, pero siempre respetando sus reglas. Donde no quiera que pases, no pasaras.

Algunas cordadas, llevan un rato bailando.
Un grito se oye por encima de mi cabeza....
- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡   Pillaaaa !!!!!!!!!!!!! -
y el cuerpo de un amigo, inicia un extraño vuelo, con direccion al suelo, que se ve interrumpido bruscamente, por cruzarse con una cuerda y un tornillo en su camino. Salvado.
Hoy tenemos un aprendiz, y siento como se le erizan los pelos, aún debajo del casco, acechando un miedo que cuesta calmar.
Todo se ordena de nuevo, y la escalada transcurre sin mas novedades.
Quizas mañana estas cascadas no estén. Quizas mañana, las temperaturas, se hayan hecho cargo de ellas.
Volveremos a buscarlas, a disfrutar de sus formaciones, de sus carámbanos y sus coliflores, de sus colores, del azul intenso, al gris sucio, a ese chorrear agua, donde andarás con más cuidado, hasta que al final, ese agua que ahora se duerme, despierte, y se convierta de nuevo en arroyo. Pero no adelantemos acontecimientos, dejemos que inverne, que se solidifique, y nos permita de nuevo volver a jugar, con las manos y los pies , llenos de pinchos...

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